viernes, 11 de noviembre de 2011

La Biblia, Nabucodonosor

Para todos los que hayan leído la biblia, quieren hacerlo o mínimo les han hablado de ella; no se queda atrás para el fenómeno onírico. En éste libro se narra un sueño profético de Nabucodonosor. En el libro de Daniel, en el capítulo 2, en la doctrina de los cuatro imperios universales.
Nabucodonosor, rey de Babilonia tubo un sueño que le perturbó bastante. El rey mandó a llamar a Daniel para que interpretara ese sueño tan curioso, le dijo que su orgullo iba a traerle consecuencias.

“esta es, oh rey, la interpretación: Es un decreto
del Altísimo que ha caído sobre mi señor el rey. A ti
te echarán de entre los hombres, y junto con los
animales del campo estará tu morada. Te darán de
comer hierba, como a los bueyes, y serás mojado con
el rocío del cielo. Siete tiempos pasarán sobre ti,
hasta que reconozcas que el Altísimo es Señor del
reino de los hombres y que lo da a quien quiere. Y lo
que dijeron, que dejasen en la tierra el tronco de las
raíces del árbol, significa que tu reino continuará
firme después que tú reconozcas que el señorío es de
los cielos”.                         Daniel 4:24-26
Un año después el sueño se hizo realidad, no sólo la predicción fue buena sino que la verdad en esa interpretación fue escalofriante. Como resultado el rey enloqueció durante seis meses, suceso que se cree fue una lección mandada por Dios mismo. El rey declaró lo siguiente:

“Pero al cabo de los días yo, Nabucodonosor,
alcé mis ojos al cielo; y me fue devuelta la razón.
Entonces bendije al Altísimo; alabé y glorifiqué al que
vive para siempre.
Porque su señorío es eterno, y su reino de
generación en generación.
Todos los habitantes de la tierra son
considerados como nada. El hace según su voluntad
con el ejército del cielo y con los habitantes de la
tierra. No hay quien detenga su mano ni quien le
diga: ‘¿Qué haces?’…
Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y
glorifico al Rey de los cielos, porque todas sus obras
son verdad y sus caminos son justicia. El puede
humillar a los que andan con soberbia.”  
                                                        Daniel 4:34-37

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